viernes

Privado de libertad

Bueno, llevo una semana en la que me ha sido dificil escribir, pero hay un tema que me lleva dando días vueltas en la cabeza y quiero escribir sobre él. El tema es la libertad, esa palabra que hemos odio tantas veces y qeu muchas veces nadie sabe qué quiere decir exactamente. Esa palabra que muchas veces no tiene ningún sentido en el mundo en el que vivimos.
Últimamente me ha venido a la cabeza muchas veces esa palabra cuando pienso en una persona en concreto, una persona a la que es posible que tarde bastante tiempo en volver a ver, que puede que ni siquiera sea la misma cuando vuelva a verla. Y que sin embargo, es una persona importante para mí, una persona que ahora mismo no goza de esa libertad de la que otros se supone que podemos disfrutar.
La libertad, es, según el diccionario de la RAE, es la facultad natural del ser humano de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos. Tambien es la condición del que no es esclavo o preso. El ser humano nace libre (o eso decían los franceses unos pocos años antes de que el pueblo español les dijera que con mariconadas igualizadoras a otro) pero no siempre lo es. Montones de veces nuestra capacidad de obrar o no hacerlo está muy limitada, nuestras opciones se nos escapan ante la mirada supervisora de montones de organizaciones, grupos y personas. Sin embargo, hay gente aún menos libre.
Cuando a alguien le privan de su libertad, sobretodo cuando es de una forma tan brutal como se hace en las prisiones, en las carceles, en los centros de reeeducación social, se le quita esa parte tan importante que nos hace responsables, que nos hace, como decía Azaña, personas, seres humanos. Cuando a una persona le robas la libertad, no solo le deshumanizas a él. Tambien le quitas a todas las personas que le conocían, a todas las personas a las que esa persona importaba. Les arrebatas una parte de su vida, de la misma forma en que lo hace aquel que mata a otro. Y al hacer eso, dejas de ser una persona, Te conviertes en un monstruo, en un instrumento mecánico, sin mente ni pensamiento. Porque todo aquel que es complice de la privación de la libertad, todo aquel que deshumaniza, se deshumaniza a si mismo.
Algún día esa persona volverá a salir, será libre de nuevo, según la RAE. Pero cuando pierdes tu libertad, cuando la dejas, hay algo dentro de nosotros que muere. Y esa persona puede que no vuelva a ser la misma. Llevo una semana pensando en esto, en la frustración que provoca. En lo jodidamente gris que es este mundo para que una persona sufra la pérdida del bien más preciado (hoy estamos de citas, esto lo decía Don quijote) y se vea entre los muros de la soledad, del aislamiento. No se me ocurre peor castigo que ese para una persona que ama la libertad.

Como recomendacion musical de hoy, Cancion de amor, de Sin Dios; Entre los barrotes, de Maníatica, Carceles, de Puagh (aunque no tenga que ver estrictamente con el tema) y un poema cojonudo de Mario Benedetti al que también puso música Sin Dios.

Que los barrotes de las celdas se vuelva de azucar o se curven de piedad

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