lunes

La Polla Records



Creo que ya lo he dicho. Me encanta La Polla Records. Han sido mi grupo favorito durante mucho tiempo, me han acompañado en mis momentos más bajos, he gritado con ellos todo lo que he podido y he llegado a asumir como parte de mí sus letras. El primer contacto con este grupo lo tuve a partir de un disquito pequeño pero al que he tenido mucho cariño llamado Los Jubilados. Se trataba de una frikada de colaboración entre La Polla y el dibujante Azagra.

La cosa habría quedado ahí si un buen día no hubiera pasado por un Media Mark y hubiera encontrado por casualidad un montoncillo de discos suyos. Como buen fan de la música, decidí que al menos uno tenía que comprar y cogí el que me llamó más la atención y tenía más canciones. Se llamaba No somos nada y probablemente sea culpa suya todo lo que viene ahora. He oído tanto este disco que ya me se todas las canciones de tirón y en orden (y son 21 cortes). Mientras que el primero tenía como canción de calidad Ivan y como canción chorra y de broma Listisimos ("Hay que jodidos los atunes, cuanto sentido comercial; estos listisimos atunes..." fue la canción de borrachera de muchas noches); este segundo disco que tenía entre manos tenía canciones tan demoledoras como la que daba nombre al disco, Si hay futuro, un himno nihilista y amargo, Jamaica, Señores del jurado, Quiero ver o Hipócritas ("Es un escandalo el asunto del sexo, y tu vas a buscarlo, pagando por follar. Es un escandalo pegar a las mujeres; y los gritos de TU mujer no me dejan dormir")

Poco a poco, y gracias al bendito e-mule, conseguí El último de la polla, todo un discazo que, no obstante, ponía fin a mi grupo favorito. Fue el cambio de nombre (del que desaparecía la palabra "Records") el que me hizo interesarme seriamente por la historia del grupo. Así descubrí que generacionalmente encajaban con los Kortatu, los Barricada o los Eskorbuto (por aquel entonces, estos últimos eran solo un nombre para mí), que el cambio de nombre era debido a un problema legal con un miembro del equipo que había abandonado el proyecto, la muerte del batería a partir de la cual el grupo decidía disolverse, las bandas de Evaristo (The Kagas me condujo a los RIP) y mucho más.
Poco después compré en el mismo Media Mark un disco del grupo que me llamó la atención por su vistosa carátula, completamente negra y con el nombre del grupo (sin siquiera título del trabajo) en letras doradas. La contraportada era de ese color dorado y sin nombres de canciones ni nada de eso. La curiosidad mato al gato y me compré aquel misterioso Cd por unos míseros seis euros. Negro resulto ser un disco clave, no solo en al discografía del grupo, sino en mi propia lista de canciones indispensables, con Fuego y cristal como descubrimiento principal.
Poco a poco me voy haciendo con todo el material original posible del grupo, mientras que sigo tirando de lo descargado (hoy por hoy, casi todo lo que hay en la red sobre La polla records está en mi disco duro) y defendiendo a capa y espada una de las bandas que más me han impactado. Si ahora mismo tuviera que recomendar una canción que aún no esté en esta revisión, citaría dos, Ellos dicen mierda (del disco del mismo nombre) y Carne pa la picadora (también da título al correspondiente disco)
Volveré sobre esta banda, tenedlo claro, pero de momento con esto vais que os matáis.

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